Tuesday, October 24, 2006

DELENDA EST CARTHAGO AL SERVICIO DE LA COMUNIDAD: SE BUSCA FOTÓGRAFO AÉREO.

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En el blog de libre pensar, Héctor Coronado describió en este post, como él y un grupo de amigos de café conciencia hicieron el trazo del logotipo de café conciencia en un campo sembrado de maíz ubicado en las siguientes coordenadas:

Latitud: 18.886443 Norte
Longitud: 99.243618° Oeste

El objetivo de este ejercicio fue demostrar cómo, un grupo de seres humanos utilizando técnicas sencillas y básicamente al alcance de cualquiera, así como su ingenio y ganas de desenmascarar fraudes, es perfectamente capaz de realizar éste tipo de trazos visibles desde el cielo sin necesidad de apoyo tecnológico extraterrestre.

Por el momento el equipo de Café Conciencia aun no cuenta con una foto aérea del campo sembrado, por lo que el objetivo de este anuncio es invitar a que algún voluntario con “un ultraligero, avioneta, globo o grúa” (yo agregaría satélites artificiales, y cohetes teledirigidos) tome una foto aérea del lugar, antes de que la necesaria cosecha haga que se pierda la imagen.

Extraterrestres abstenerse.
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Referencias:
Cerealogía

Actualización: Agradezco a Caro el aviso de las coordenadas corregidas (18.886443,-99.243618°)

Tuesday, October 10, 2006

Ese pedacito indeseable de ciencia

A raíz del discurso en que el papa Benedicto XVI cita a un emperador bizantino en su crítica al Islam, ha habido una gran cantidad de reacciones tanto entre los creyentes de diversas confesiones como entre los no-creyentes. Es de hacer notar que hubo otro discurso en el que el papa hace declaraciones, a mi juicio, bastante más trascendentes que los ataques al Islam camuflados de cita ajena. Supe de este discurso el mismo día en que se dio, sin embargo, no pude leerlo hasta que Hector Coronado en su blog Libre Pensar escribió un comentario y facilitó una liga a dicho documento que se puede leer en el sitio: Santa Misa en la explanada del Islinger Feld de Ratisbona (12 de septiembre de 2006).

Me resulta especialmente interesante este discurso debido a que, contrariamente a lo que ha ocurrido con otras religiones cristianas, la iglesia católica había mantenido una actitud bastante liberal en lo que al progreso de la ciencia se refiere. Baste recordar que en su encíclica Humanis generis (publicada por el papa Pio XII en 1950), justifica una posición neutral respecto a las consecuencias de la vanguardia científica, con lo cual, acepta tácitamente que la teoría de la evolución no es un ataque a los dogmas del catolicismo.

Esta posición ha tenido importantes consecuencias en la actitud respecto a la ciencia que ha existido en países de población mayoritariamente católica, siendo una de las más importantes el hecho de que la presión que puedan ejercer grupos religiosos intentando desalentar la enseñanza de la teoría de la evolución o de promover la enseñanza de la hipótesis creacionista, choca de frente con la posición neutral de la jerarquía católica a este respecto. Cabe aclarar que esto no es una generalización, ya que hay al menos un caso de un país de mayoría católica en donde se ha intentado eliminar el evolucionismo en la educación oficial, sin embargo las excepciones no afectan, sino que refuerzan la conclusión a que pretendo llegar en este post.

Por otro lado, y de la misma manera que en el caso de la crítica al Islam, las palabras de Benedicto XVI no pueden ser interpretadas como su opinión particular o como una inofensiva cita a lo dicho por otros, dado que, como cabeza de la iglesia católica, sus palabras son, de hecho, fuente de verdad para millones de creyentes católicos.

Es por lo anterior, y por las consecuencias que para nuestros países católicos pueden tener, que estas opiniones son realmente trascendentes.

Es importante aclarar antes de entrar al discurso en sí, que estoy cierto de que tener fe implica creer en los dogmas sin necesidad de comprobarlos o cuestionarlos, y es la fe la materia básica de cualquier religión. En este sentido, las palabras del papa tienen toda la lógica que su fe le manda tener y yo estoy por el respeto a las creencias o no creencias de todos. Sin embargo, es importante hacer notar que la posición de la iglesia católica desde 1950 permite que existan personas que se sientan libres de aplicar el pensamiento científico y de ser al mismo tiempo católicos, y que las declaraciones del papa son contrarias a esta posición.

Ya desde el segundo párrafo el discurso aborda el tema del conocimiento y de la fé, al preguntarse ¿Puede tal cosa [la fe] existir aún en el mundo moderno?
Esta pregunta es respaldada con la afirmación: “Viendo las grandes "Sumas" de teología redactadas en la Edad Media o pensando en la cantidad de libros escritos cada día a favor o contra la fe, podemos sentir la tentación de desalentarnos y pensar que todo esto es demasiado complicado”. Al hacer referencia a la literatura que durante siglos se ha escrito para defender o atacar a la fe, Benedicto XVI está llevando a su mínima expresión el concepto de fe al concluir que no es necesario tener acceso y comprensión de todo ese conocimiento para creer. Hasta aquí el discurso ha sido justo: declara innecesaria la lectura de textos tanto en contra como a favor de la fe para soportar la creencia y respalda esta afirmación con una cita bíblica.

Sin embargo, la pregunta acerca de si es posible creer en el mundo moderno abre silenciosamente el debate, al insinuar que, dado que antes había menos literatura (y yo diría que también menos ciencia) creer era más fácil. Me parece que estamos ante un hombre muy inteligente, maestro en el arte de introducir los temas por los caminos que lo hacen llegar a una conclusión evidente. Pero sigamos.

En los siguientes párrafos, el papa hace énfasis en la necesidad de creer. Y de creer precisamente en lo que manda la iglesia católica. Hay que conceder que hasta este punto, no ha afirmado nada que no esté dentro de su actividad como sacerdote.

Y llegamos al centro del discurso, en el que vuelve a preguntar si aun es posible creer. Esta pregunta ya había sido respondida en los párrafos anteriores al afirmar que:

- Para creer no hay que poseer grandes conocimientos
- Creer no sólo es posible, sino indispensable.

Y ahora agrega la pregunta ¿Es [creer] algo razonable?

Y aquí viene la parte del discurso con la que no puedo estar de acuerdo:

“Desde la Ilustración, al menos una parte de la ciencia se dedica con empeño a buscar una explicación del mundo en la que Dios sería superfluo. Y si eso fuera así, Dios sería inútil también para nuestra vida. Pero cada vez que parecía que este intento había tenido éxito, inevitablemente resultaba evidente que las cuentas no cuadran”

Ha cruzado el Rubicón.

Ya no es posible después de estas palabras afirmar que se puede aplicar el pensamiento científico y tener fe en los dogmas del catolicismo. El principal problema con esto es que, al percibir el pensamiento científico en contradicción con la fe, opta por descalificar el pensamiento científico. Resalta la percepción de que “una parte de la ciencia” es una amenaza para le fe. Dado que antes expresó que tener fe no es sólo posible, sino indispensable para la salvación del alma, al poner a una parte de la ciencia en contradicción con la fe, lo que está haciendo es dar a sus feligreses a escoger entre el pensamiento científico y la salvación del alma. Esta es una posición muy lógica: si crees no tienes por qué cuestionar nada.

Hay sin embargo algunas trampas retóricas en esto: no rechaza la ciencia en su totalidad, sino sólo “una parte de ella” y ¿Qué parte de la ciencia es esa contra la que es necesario estar prevenidos? Pues contra la que busca explicaciones al mecanismo del universo y a la existencia del hombre haciendo innecesaria la intervención divina. Y no hay nada más fácil que refutar teorías científicas a base de explicaciones absolutas: las cuentas no cuadran ¿Cuáles son esas cuentas? No hay misterio, ahí abajito lo explica:

“En resumidas cuentas, quedan dos alternativas: ¿Qué hay en el origen? La Razón creadora, el Espíritu creador que obra todo y suscita el desarrollo, o la Irracionalidad que, carente de toda razón, produce extrañamente un cosmos ordenado de modo matemático, así como el hombre y su razón. Esta, sin embargo, no sería más que un resultado casual de la evolución y, por tanto, en el fondo, también algo irracional.”

Para cualquiera que tuviera alguna duda, esta frase acaba con ella. Si no hay un creador inteligente (razón creadora) entonces todo lo que existe ha sido creado por la irracionalidad, por lo que la razón (el universo ordenado, el ser humano con su inteligencia) han sido creados a partir de la falta de razón. Por lógica esto es imposible (reducción al absurdo) por lo que la ciencia, o al menos esa parte de ella, está equivocada, y tenemos por fuerza que aceptar la explicación que nos da la religión.

Aquí yo encuentro dos errores de razonamiento:

El primero de ellos consiste en asumir que la ciencia da explicaciones absolutas y totales a los fenómenos evidentes. Creer esto es creer que las explicaciones que los científicos nos dan el día de hoy son suficientes para no necesitar hacer más preguntas, y esto no es así. El método de la ciencia es un método de aproximaciones sucesivas. Se proponen diferentes teorías y se ponen a prueba mediante observación y experimentación. Es el resultado de estos experimentos el que le da validez a una teoría sobre alguna otra y ninguna de estas teorías puede ser considerada una verdad absoluta. En resumen: las cuentas no cuadran porque no tienen que cuadrar. Por lo menos no todavía.

El otro error consiste en poner como alternativa a una explicación incompleta otra explicación incompleta. Si la única explicación a todo lo que vemos es la intervención de un creador inteligente (una razón creadora), entonces, para ser consistentes con el origen de esa crítica, el creador inteligente tendría también que ser explicado como parte de un esquema total, ya que de otra manera las cuentas tampoco cuadran.

Se que no se debe imponer una creencia o falta de creencia a nadie. Sólo quiero mencionar que la posición de la iglesia católica desde 1950 era bastante adecuada a propiciar un ambiente que estimulara el pensamiento científico entre sus seguidores. Aun cuando observo que esta posición no era del todo consecuente con el mandato de creer en los dogmas sin cuestionarlos, fuera de los dogmas básicos dejaba el campo abierto a la especulación científica siendo de hecho una iglesia bastante liberal. Las palabras mencionadas en el discurso del papa Benedicto XVI ponen en riesgo esta posición y me parece que él es consciente de ello.

Un Abrazo